domingo, 30 de octubre de 2011

Amores contradictorios

El amor es un sentimiento individual que no podemos dominar, nace en nosotros cuando menos lo esperamos, se nos instala impunemente y nos gobierna hasta que se cansa. Una vez asentado, nos obliga a iniciar un camino duro y frecuentemente largo para conseguir que el objeto de nuestro amor sienta lo mismo por nosotros. Es una batalla en la que casi todo vale, en la que usamos nuestras armas mas eficaces:
  1. La mentira; Nos mostramos como muy comprensivos y razonables en aspectos en que no lo somos. No tenemos celos por que es un sentimiento de "acomplejados". Siempre damos la razón en los problemas de nuestr@ amad@ aunque no la tenga, etc.
  2. La traición; ¿Quién no ha traicionado alguna vez a un amig@ que tenia como objeto de su amor el mismo que nosotros?
  3. La colonia; Nos bañamos literalmente, rozando el desastre ecológico, en colonia probando decenas de ellas hasta que nuestr@ amad@ pronuncia la frase mágica: "me encanta como hueles hoy" y convertimos ese hedor nauseabundo en nuestro preferido. (Este arma va muy conectada a la primera)
  4. La Ropa; Nos disfrazamos a diario con harapos que ni nos miraríamos en un escaparate en condiciones normales para adaptarnos un poco a los gustos o estilo de nuestr@ amad@ (quién a su vez, hace lo mismo y acabamos sin saber el verdadero estilo de ninguno de los dos)
Podría seguir con incontables armas y técnicas que tod@s conocemos bien, que alguna vez hemos usado y practicado, pero tampoco es conveniente, solo se hacen públicas las más habituales puesto que siempre hay que guardar recursos de emergéncia inconfesables.
Y todo ello no nos hace amar más, el amor se siente en el interior, pero si nos sirve para alcanzar esa satisfacción indescriptible de sentir que nuestro amor es correspondido, de creer que alguien hace las mismas estupideces que nosotr@s pensando en nosotr@s.

Pero incluso las satisfacciones tienen sus riesgos, y si no que se lo pregunten al tipo del vídeo siguiente, alguien que está profundamente enamorado de su trabajo ( con su expresión corporal nos lo muestra claramente), y cuando su trabajo empieza a mostrarse sinceramente y se lo ofrece todo de si mismo, dá la sensación de que no acaba de gustarle...



Y es que amigos, en el fondo, en el fondo, nunca sabemos lo que queremos; no obstante yo lo tengo claro, quiero enamorarme de un buen empleo a pesar de todo.

2 comentarios: