Y es que los tiempos han cambiado, esta no es la primera gran crisis ni será la última, pero la gente nunca tuvo tantos reparos en emigrar para subsistir como ahora. No estamos dispuestos a irnos solos para abrir camino a nuestras familias a lugares lejanos (y esto aún podria ser posible, la necesidad obliga) pero ¿y las casas?, ¿Qué hacemos con ellas? Cuando veo el modo de vida de ciertos paises basados en el alquiler de la vivienda y no en su propiedad a toda costa, no puedo evitar sentir una ligera envídia. Tampoco es que tengamos que fustigarnos por nuestra "elección", no es tán malo estar pagando durante 30, 40 o 50 años por algo que algún dia será nuestro y nos colmará nuestro deseo de ser propietarios. Es curioso que hagamos lo mismo, en menor medida y sacrificio con otros muy preciados bienes como son los coches bajo la excusa de una supuesta necesaria movilidad olvidándonos de que por otro lado nos la estamos limitando. En estos tiempos desearía tener la valentía de rebelarme contra tanta estabilidad física, tanta atadura, seguro que lograría un empleo más fácilmente, así que ya saben, amigos mios, si alguien quiere comprar un pisito muy cuco en Barcelona con suegra incluida como regalo de promoción sólo tiene que decírmelo.
Puede que algún dia acabe pensando sobre el tema seriamente ¿Quién sabe?